Los hondureños y el poco interés por leer que se convierte en un peligro social

Un estudio enfocado en la región centroamericana ha revelado que los hondureños son los que menos leen, rechazando uno de los mejores hábitos sociales.

El poco interés de los connacionales por la lectura se convierte en un problema, disminuyendo en gran manera la capacidad de análisis, mejorar la escritura y el expandir sus conocimientos o creatividad.

Según las cifras proporcionadas por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), el 51 por ciento de los hondureños no leen o casi no leen un libro.

Pero la falta de interés por la lectura no solo se limita a libros, si no a hechos históricos y noticias del acontecer nacional.

Personeros del Icefi calificaron como infortunadas las estadísticas, que afectan principalmente a Honduras y refleja que el 25 por ciento de sus ciudadanos no leen ni un libro al año.

Expertos en sociología han destacado que el tema es delicado, no solo por la importancia de la lectura; sino la capacidad de análisis al leer o interpretar un texto.

Una persona que no cultiva el hábito de la lectura o que no analiza lo que lee es más propensa a ser engañada o a repetir lo que escucha sin refutarlo.

MATEMÁTICAS ESPAÑOL

A lo anterior se suma el bajo rendimiento estudiantil en la nación centroamericana más pobre a pesar de poseer una riqueza impresionante.

La corrupción y la falta de conciencia ciudadana van mermando las oportunidades de los hondureños, se estima que un 12 por ciento de la población joven es analfabeta, la pobreza que sufre el 60 por ciento de la población hace mella en la educación.

Para el 2019 el índice de alumnos reprobados también reporta un incremento “escalofriante”, se estima que en los últimos cinco años se ve un aumento de aplazados del 80 por ciento.

Las materias con mayor índice de reprobación son matemáticas y español, esta última ligada al hábito de la lectura y su importancia en la escritura y análisis.