Lily Aguilar: Del cincel de los sueños a la belleza de vivir
Una enorme sonrisa, acompañada de una personalidad única que la hace alcanzar lo que se propone y superar cualquier obstáculo, son algunas cualidades de Lily Aguilar; experta en esculpir la belleza de las personas que confían en su trabajo.
Su talento y gusto por los cosméticos hacen magia en el exterior e interior de sus clientes, sus manos y consejos son el instrumento idóneo para transmitir hermosura y amor propio.
“Lo que me gusta de mi profesión es el poder que tengo al hacer sentir lindas y hermosas a las personas que tienen la confianza de depositar sus cabellos, manos o pies en mí”, dijo al consultarle por qué eligió el mundo de la estética.
Con nostalgia, reflejada en sus ojos, recordó que descubrió su amor por la belleza cuando era una niña, calificando su trabajo como un don proveniente del corazón.
“Desde pequeña me gustaba peinar muñecas de madera y así encontré lo que me encanta hacer”, agregó.
Para ella el mundo de los cosméticos representa un arte, un sacrificio personal y un beneficio económico que ama hacer.
Su alegría y esa pasión por la vida no es casualidad, su secreto para despertar cada día satisfecha a pesar de las dificultades, se resumen en “creer en Dios, creer en si mismo, mantener la perspectiva de tratar bien a los demás y cuidar de su familia”.
SABOR A NAVIDAD
Lily Aguilar, es amante de la Navidad; los colores y el sabor de la temporada le recuerdan que la mayor fuerza para combatir la maldad es el amor.
“Es una época en que la mayoría de las personas comparte, la gente se vuelve por unos días buena y buscan la oportunidad de pedir perdón o perdonar”, dijo sobre los últimos meses del año.
Y es que finales de octubre, la emoción de la temporada inunda su negocio, un salón de belleza, ubicado en el Hotel Aurora, bulevar Juan Pablo II.
Otra de sus aficiones son las plantas, el local y su casa están rodeadas de estas; dándole vida al entorno y recordando que cada ser vivo es un enamorado del amor.